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El huracán Iván: hermoso sólo desde lejos. The Real Life.
Iván: un llamado de atención a Estados Unidos y el Mundo
El ministro alemán del Medio Ambiente instó a Estados Unidos a ratificar el Protocolo de Kyoto, indicando que la última serie de huracanes coincide con las advertencias de los meteorólogos.
Primero llegaron Charley y Frances. No acababan de partir cuando irrumpió Iván. Pisándole los talones avanzaba Jeanne que, si bien se debilitaba, no dejaba de ser una tormenta tropical digna de atención. La seguidilla de huracanes que se han paseado por el Caribe estas últimas semanas da qué pensar no sólo a los directamente afectados. Por ejemplo, el ministro alemán del Medio Ambiente, Jürgen Trittin, piensa que ya es hora de que el gobierno de Estados Unidos y otros tomen en serio los peligros del cambio climático. Y así lo puso de manifiesto en una entrevista que publica el Berliner Zeitung.
No basta con vías de evacuación
Cierto es que un par de huracanes no bastan para marcar el inicio de la catástrofe climática global. Pero los fenómenos que se vienen acumulando, como las temperaturas extremas en Europa y la intensificación de las tormentas en el Caribe corresponden precisamente a lo que advierten los meteorólogos en relación con las consecuencias del calentamiento de la atmósfera terrestre.
“Las medidas preventivas estadounidenses no pueden reducirse a ampliar la autopista de escape en Florida”, subrayó Trittin, instando a Estados Unidos a ratificar de una buena vez el Protocolo de Kyoto, sobre la reducción de emisiones de los gases responsables del efecto invernadero. El mismo llamado vale para Rusia.
Esto no es Hollywood
No se trata de propagar visiones apocalípticas, al estilo de las de Hollywood, sino de tomar medidas realistas. Quizá ayude revisar un par de cifras. Por ejemplo, las inundaciones provocadas por el desborde del río Elba en el 2002 provocaron pérdidas evaluadas en 9.000 millones de euros. Similar fue el monto de la devastación dejada por Iván, hizo notar el ministro.
Según Trittin, los daños causados por fenómenos climáticos en los países industrializados superan las sumas que éstos destinan a la ayuda al desarrollo. Y lo más grave es que también cobran un alto precio en vidas humanas. De acuerdo con los balances de las autoridades, Iván dejó un saldo de por lo menos 110 muertos, 40 o más de ellos en Estados Unidos.
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