There's a ghost in me, Who wants to say I'm sorry. Doesn't mean I'm sorry.

domingo, 19 de mayo de 2019

La Tentación & El Placer

Creo que el carácter se moldea de chico. 

De muy niño aprendes a no mentir, a no hacer cosas prohibidas, a no romper porque las cosas valen, a no pegarle a los otros ni hacer sufrir a ningún ser sensible, a querer a la familia, no hacerle a los otros lo que no te gustaría que te hagan básicamente. Ser buena persona.

Todo lo mencionado más arriba me costó un montón aprenderlo. Me tomé mi tiempo. Y no se me hizo carne precisamente en la infancia sino de muy grande, digamos que a los treinti y por las malas.

Hoy reflexiono de grande, habiendo criado 3 niños + 1 en mi nueva familia y me doy cuenta la importancia de impedirles mentir, de que digan otra cosa que lo que realmente sucedió. Costó, pero sé que lo crié honestos. Luego cada persona elige. Tal como elegí yo obviar la crianza que me dieron.

Pero...Cómo una persona que mintió toda su infancia, teenage y más allá de los veinti puede educar a 4 niños prohibiendoles mentir? La verdad es que para mi fue super fácil.
Aproveché mi experiencia para educarlos sobre lo que NO había que hacer y le metí energías en ese proyecto para crear humanos diferentes.
El desafío estaba en: crear seres humanos superiores, educarlos para que no sean como yo era durante los primeros años de mi adolescencia, enseñarles el compromiso con la verdad, con la honestidad.
Todos skills repito: yo no tenía. Estaba haciéndolo a ciegas.

La ética, la moral, ambas se traducen en honestidad si son bien aprendidas en la familia primero y luego en sociedad con la escuela y los vecinos del barrio que también están allí para sociabilizarnos, aunque parezca un dato menor.
Imitamos aquello que creemos que vale la pena o que nos atrae de algún modo, lo que nos parece interesante y creemos que nos va a servir para progresar, para ser más inteligentes o más lindos, andá a saber. Lo que aumenta nuestras probabilidades de éxito en ser elegidos e inconscientemente: procrear y regar la tierra con nuestra progenie.

Las tentaciones a lo largo de mi vida estaban a la orden del día. Me sentí atraído por la tentación, lo prohibido y el pecado desde muy chico.
Lo racional y las responsabilidades eran enemigas del placer, y viceversa.
Hay algo infantil, inmaduro e irresistible en dejarse llevar por los instintos más primales como son el deseo y el placer.

Era un tipo tentado. 

La búsqueda de placer fue el vehículo que tomó la tentación en mi vida. El placer como norte.
El placer que derivó en hijos -fruto de ésa búsqueda y resultado de nada de planificación racional-, en dramas, en rupturas, en lecciones de vida, en una lista interminable de amantes. Placer que resultó ser una droga de fuente inagotable. Yo.

Un yo tentado por la vida en sí misma que me daba a cada paso un motivo para explorar, para arriesgarme y tomar otros caminos permanentemente. El famoso "What If" fue parte integral del devenir de mi mente como hombre. Básicamente tomé otros caminos cuando el que me tocó: no cumplía con mis sueños o expectativas.
Quería más. Cada uno tiene sus razones para querer más. Y yo las tenía a full. Las sigo teniendo intactas.

En relación al placer, qué está primero? Los intereses de uno o los de los otros? Esta cuestión está en el centro de la ética humana y no podemos valernos ya solamente de los argumentos kantianos del siglo XVIII.

La Ambición / El Deseo son de las características más hermosas que tenemos los seres humanos. La ambición y el deseo de que se dé algo nos empuja los sueños. La ambición es el fuel del interés por algo o alguien. El deseo es el motor.
Las personas que no tienen ambiciones y deseos o las han dado por imposibles se les nota al andar. Es un andar cansino, de mirar poco al cielo. Personas grises. Losers.

Para mi todo fue posible. Incluso aquellas cosas que ni siquiera imaginé en su momento se hicieron realidad.
Si colocamos el edificio moral, ético, lo aceptado, el status quo sobre nuestros intereses, sobre nuestros sueños, sobre nuestros proyectos, estamos perdidos. Es una trampa mortal que reduce la innovación a nada, la creatividad a cero, anula los sueños que vienen con cada nueva generación, con cada ADN fresco.
En cambio si nos valemos de lo aceptado como fundations para construir algo nuevo: es bienvenido. Leyes, lecciones pasadas, la historia, la política, la cultura, la ciencia, la tecnología, los estudios de la mente humana, entre otros grandes cuerpos del conocimiento de la humanidad nos sirve y nos puede servir para llegar muy lejos y lo más alto posible. Nunca de techo. Nunca como límite sino como un start único e imposible que solo existe en nuestra imaginación.
Imposible hoy.
Por eso es tan importante el sueño. Soñar.
Y claro: los momentos Eureka!


Aún hoy vivo del placer: el que me da mi creatividad para planificar la mejora continua en la calidad de vida de tantíssimas personas.

Ahora siendo un tipo en la middle age pocas cosas me tientan. He hecho muchas cosas contra el mandato de lo que se suponía que debía hacer según los sueños de otros. He hecho todo a mi manera.
Caer en las tentaciones para mi fue una excelente forma de conocerme y conocer a los otros. Fue un deporte desde la transición de mi primer década de vida hasta bien entrados los treinti (podríamos decir desde los 10 años hasta los 30 something). Diría + de dos décadas de transgresiones experimentales. Muchas de ellas sino todas me han dado enormes placeres de la vida. Otras no tanto.

Dejá que te falte ética, moral, honestidad, entre otras cosas. Aprendelas, comparalas con tu pensamiento, toma lo mejor de ellas, haz tu propio cuerpo de leyes. A mi me sirvió a lot. Ser único e irrepetible, ser líder era la misión.

Caer en las tentaciones de antes está tan pasado de moda para mi hoy en día como fumar, como Facebook, como la falopa.

Un día aprendí.

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