There's a ghost in me, Who wants to say I'm sorry. Doesn't mean I'm sorry.

martes, 28 de enero de 2020

Sarachaga y Lope de Vega

Winter 1993.

Mi padre me consigue un laburo en un tallercito técnico de reparación de TV en Villa Luro, de un amigote del barrio que jugaba al futbol con él. Era un laburito a prueba, en negro.
Yo tenía unos pocos años de estudiar electrónica en el secu así que de ahí salió la recomendación. Por supuesto que yo era un tronco en reparación de TV y Audio. Sabía pero no a nivel profesional asi que por necesidad me presenté igual. Estuve una semana raríssima a prueba. Pegué onda con la chica que trabajaba ahí porque siempre buen ondón con las chicas, pero a nivel laburo no entendía nada. La pasé mal.
En un momento el tipo me dice cuando vió que no podía arreglar una plaqueta de una TV fundida:

"-Pero vos sos corky? Si no sabés, si no aprendés vas a terminar como tu padre que no sabe hacer nada".


Paso seguido pues la Nonita vive cerquita

Esas palabras me marcaron a fuego a full. Ese adolescente que era yo de 19 años, que estaba terminando el secu tardíamente, que tenía un resentimiento grande con mi padre biológico por habernos abandonado de pequeños y no haber ayudado a mi madre en nada con respecto a la crianza de los niños que éramos, tuvo un impacto muy fuerte en mi psiquis.
Me ofendió, me marcó a fuego todas las acciones aún mucho más para diferenciarme todo lo posible de lo que representaba mi padre. Yo tenía que ser lo contrario de lo que era mi padre. Así crecí. Con ese north star. Mi padre era conocido por ser hijo único adolescente eterno y malcriado, taxista, putañero, fumador, bastante borrachín, mal hijo, mal padre y como comprobaría yo mismo años después: mal abuelo. Un desagradecido de la vida digamos. Con tantíssimas bendiciones que tuvo siempre pensé.

Me esforcé mucho en los 90s para terminar los estudios, para estudiar todo lo posible luego del secu sin parar nunca, para ser mejor y jamás ever never dedicarme a todo lo que había elegido mi padre para su vida o sea: no estudiar, andar en la calle, ser vicioso, clavarse cuanta mina se le cruzara, dedicarse a las prostis o ser vicioso.
Yo me prometí sin jamás verbalizarlo que jamás sería como él. Internamente sabía cual era el camino.

Y así crecí. Debía parecerme en TODO al Nonito o al menos en todo lo bueno que él representaba y que yo veía que él era y cómo era en la mayoría de las actitudes súper imitables: trabajador, vivía para su mujer, casero, le gustaba MarDel, siempre preocupado por los demás sobre todo por su hijo y la familia en general, siempre ayudando a mi madre, siempre ocupándose de sus nietos, especialmente yo. Y luego lo amoroso XL que ha sido con mis hijos, hoy exhijos pobrecitos cuánto me apenan.

También había que imitar a mi madre, que aunque marcial y fría era una mujer de principios, trabajadora, protectora de sus hijos, comprometida políticamente con los pobres, con el sindicalismo y los derechos de las minorías tales como las mujeres.
Tenía role models bastante claritos. Tenía dos seres humanos que imitar en lo bueno, en lo genial, en lo sobresaliente.
En la teenage era demasiado lelo (en la nubes de Ubeda me decía continuamente mi madre) en muchas cosas pero sabía perfecto qué había que imitar de quién, y qué había que obviar, esquivar y tratar de minimizar en las fallas/flaws de las dos personas que admiraba.

El Nono y mi madre compartían un binomio en el tope de mi pirámide emocional/racional y me aferré a ello. No sin críticas a ambos, sobre todo a mi madre con el comportamiento autodestructivo que tuvo en los 80s/90s. Del Nonito había tan poco que criticar...
A lo que hacían bien, por ahí hay que ir me decía. Lo que hacían mal o flojo, lo tenía súper presente para jamás repetirlo o minimizarlo en mi vida y que nunca aparezcan en mi comportamiento.
Ojalá hubiera sido tan sencillo! Creo que pude con éxito implementar mejoras en imitar a los grandes de la familia. Creo que tuve errorzasos en multiplicar algunos comportamientos que se suponía que debía erradicar de mi vida y que estaban basados en mi crianza violenta y/o con un padre ausente casi toda mi vida.

Se pudo lo que se pudo. Intenté mejorar a cada paso del camino 100%. Con las cagadas que me mandé en la vida: retrocedía otro 100%. Era muy consciente de esto!
Para todos era un inconsciente. Sobre todo para mi madre que me lo decía constantemente. Pobre mi madre, solo con el ejemplo que también eran sus flaws y errores en la vida fue suficiente para jamás darle pelota.


Sarachaga y Lope de Vega.

Paso hoy en día bastante seguido por allí cuando camino hacía el norte. Jamás me quedó resentimiento alguno en mi cabeza ni me quedó oscuridad alguna sino EMPUJE.
Por dentro y siempre sin faltarle el respeto a este completo desconocido pensé: "Pero este tarado quien se cree que es para decirme tamaña ofensa?!" Yo que siempre me consideré ídolo y superior a todo nivel a mis padres, esa ofensa jamás la olvidé. Jamás la desterré de mi cabeza.
Fue el fuel para superarme siempre, para que me de asco la gente que usaba el termino "Corky" para ofender a otros que podían o no tener problemas mentales o de desarrollo cognitivo.
Los padulas (mi exfamilia política) eran así, como el resto de la sociedad porteña que conocí por aquél entonces sin importar la clase social. Se hablaba por lo común despectivamente de un síndrome de down como si cualquier cosa.
Que te digan "Corky" debido al show norteamericano de TV era una ofensa bastante aceptada y establecida que yo siempre escuché con horror y un fastidio indisimulable por aquellos tiempos.

Durante muchos años evité pasar por allí. No solo porque era una zona donde mi padre podía llegar a estar, sino porque muchos de sus amigos históricos eran de la zona. Así que nada que ver conmigo que había crecido en el sur de la ciudad de la furia, donde mi padre biológico no se animaba a andar en taxi. Porque no nos olvidemos que era un tipo bastante selectivo: a su taxi subían muchas putas no solo clientes, pero al sur de la ciudad, al sur pobre y lleno de delincuencia no se iba a animar a ver si lo afanaban.


En el sur vivíamos nosotros.



Hoy en día esa empresita del amigo de mi padre no existe más.
Mi padre multiplicó desde ese año 1993 a 2020 +1000% su patrimonio y capital siendo un emprendedor inmobiliario con + 30 años de experiencia en la misma zona del relato.
Tengo 50% su sangre. Herencia que supe potenciar por mil!