There's a ghost in me, Who wants to say I'm sorry. Doesn't mean I'm sorry.

miércoles, 11 de septiembre de 2019

Un Buen Tipo

Es algo que definitivamente no soy. Ni quiero ser.

Un buen tipo es incapaz de hacer daño. Yo enojado o dando retribución por una injusticia recibida, una acusación falsa o una maldad, soy un ICBM a todo gas cargado de sustancias rabiactivas. Olvidate. No soy un buen tipo. Hasta que no te engancho, no paro ni quiero parar. Soy un tiburón buscando el origen de esa gota de sangre en un océano sin fin. Te busco y te encuentro. Sin dudas.

Soy un tipo que depende las circunstancias y el comportamiento de las otras personas hace el bien o hace el mal o hace las dos cosas sin ningún orden, a puro antojo y por placer. El bien y el mal.

No entiendo ni entenderé nunca eso de poner la otra mejilla. I mean: LA HE PUESTO, no es que no, pero elijo la retribución en vez de seguir dejando que me apaleen. Nunca me dejé apalear y eso que nos daban duro de niños con el cinto o a entrenada dura mano limpia.
Cuando terminaban de amansarme, yo las seguía mirando con un odio rampante. Seguía desafiando desde esa esquinita donde me acorralaban, si me agarraban claro.
Lleno de mocos. Con los ojos rojos de llorar de dolor. Con el lomo lleno de marcas de cintazos. Lejos de doblegarme, esas experiencias hicieron a mi espíritu inquebrantable. Qué tenía once, doce años!? I don't really know.
"Never cared for what they do
Never cared for what they know
But I know"
Elijo y elegí siempre: responder. Mi madre, su madre, odiaban que yo sea tan desafiante e imposible de doblegar. Se les re notaba que estaban ante un endemoniado. Un niño lleno de pura pasión por la libertad más absoluta.

La reacción.
Tercera ley del movimiento newtoniana.


Soy leche hervida y jamás de los jamases supe quedarme calladito y en el molde. Nunca. No está en mi ADN. Ni en casa, ni en la primaria, ni en el secu, ni en el barrio, ni en la vida ni en las injusticias laborales que siempre las hubo. No me callo nunca ever never. Las injusticias me hierven la sangre. Y los caretas.
A ver che: tiene que valer la pena para que yo salte. Si no vale la pena pues no claro. Tiene que valer la energía de mi movimiento para hacer algo que me conmueva. Do. Hacer.
Ser de ese modo me llevó a ser respetado en el barrio ultraviolento en el que crecí hasta los dieci.
Y FUNCIONÓ.

En La Falda, Córdoba. Summer 1989.Tenía 14 años y medio.
Yo era un tipo tranquilo, que no me metía con nadie y siempre pero siempre estaba para mis amigos. Nunca era de ir a buscar pelea. Me buscaban a mi. Me tocaban el timbre y yo aterrorizado sabía que si no bajaba del edificio no iban a parar de perseguirme. Entonces bajaba. Me arremangaba y me peleaba con quien sea. Muchas veces perdí. Gané esas peleas fogueadoras del barrio las más de las veces. Eso me dio cierta fama de que "JP se la banca". Eso me sirvió para hacerme respetar.
Con el tiempo nadie me jodió más.
Tenía fama desde antes de los dieci de indio por eso de andar con arco y flechas, hondera y estar trepado a los árboles y siempre tirando piedras y rompiendo vidrios. Luego fama de pirómano, también recuerdo afanar naranjas en la verdulería y salir corriendo. Más tarde fama de roba stereos, poco después de mechero en los shoppings y al rato ya estaba parando con los peorcitos del barrio. Y a todo esto faltaban años para que comenzara con las drogas. Hacía años que ya era vándalo.
A los 15 ya era un intocable. L'enfant Terrible en un barrio aún más dramático.

Esa actitud que tanto me salvó la vida a los 14/15 años la seguí utilizando a cara de perro allí donde vaya. Con los años, -y todo pasa tan tan rápido a los dieci-, afiné las artes de chico bravo, de intocable, de dioso teddy bear por dentro todo rudo macho agresivo en la actitud camaleónica que me permitió sobrevivir en ésos edificios de monoblocks llamado Barrio Gral. Savio AKA Lugano I & II a fines de los 80s.

Mi madre: Ponele un mic
y ella te da un discurso
 político porque siempre
 tiene algo que decir
 al respecto
Anyway la actitud de malote que solo aterrorizaba con la pose y la mirada, con la actitud, me doy cuenta que la aprendí de mi madre.
Ella siempre tenía mucha cara de orto y no era fana de las risas, las sonrisas, los chistes de sobremesa o las actitudes libertinas de su hijo mayor. Tenía fama de que no se comía ni la punta en el barrio, en el edificio donde había tipos que nos les cabía una y nos maltrataban a los más chicos. Ella nos salía a defender. Una leona. Plus tenía fama de guerrera en la política. Fama de que iba al frente por sus ideales. Que eran y son los ideales peronistas más puros. Fama de que era una mujer que se peleaba con cualquier hombre a las piñas claro está. Era una fiera "La Negra".
Ser así nada que ver conmigo. Excepto la carga genética claro está.

Así crié tres pibes.
Si no entendían las razones, si no entendían palabra, nunca gritarles -de hecho no soy de gritar, pero sí de enojarme y mucho si algo me provoca desilusión o bronca- y nunca mucha mucha cara de crazy y ojos desorbitados como hacía mi madre conmigo. Me ponía la cara de loca muy pegadita a mi cara a gritarme cosas ultra ofensivas, me escupía todo plus. Bueno ser nada que ver como fue mi madre conmigo no...Nada, no. Bah si varias veces con el pobrecito de Juan Cruz sí vivió unas pocas veces el Gracielita que hay en mi. Y Bianca alguna vez pobre too. Nunca mano larga como ella en primera instancia. Si claro como último recurso. Yo no estaba dispuesto a tener en mi vida losers, frakas, perdedores, antifamilias, como tantíssimos ejemplos hay en la familia y tuve que sufrir y soportar. No estaba dispuesto a tener un yonki en casa, ni un convicto, ni un borracho ni un burro sin estudios, menos que menos a un inútil.
Para ello tuve que ser duro. Tuve que sacrificarme en el rol. Sabía perfecto lo que hacía. No me arrepiento de nada.
Para ser duro con mis hijos como ha sido mi madre en los 80s/90s tenían que pasar varias cosas y gracias a Dios no eran ni lo indio, ni lo chorrito, ni lo mentiroso, ni lo quilombero, ni lo vago, ni lo contestador, ni lo travieso, ni lo irrespetuoso que era yo:
Cuando tuve que meter miedo con los consejos paternales, con la mirada honesta, con la voz seria de padre, con el abrazo y el beso, con el cariño y el ejemplo, con los premios y los consentimientos, lo hice. Cuando eso no fue suficiente. Y mirá que era cariñoso, comprensivo, presente y comprometido con la crianza de los pibes eh!? Pasamos al next stage.

Cuando tuve que meter miedo, con la mirada, con la pose y la actitud ultraviolenta, lo hice. La idea era meter miedo, aterrorizarlos sin levantar un dedo. Corregirlos desde la prevención con el "Ojo que me pongo loco" y que no vuelva a pasar! No llegar a la violencia educadora de ser padre, te quedaste sin recursos estratégicos mentales, y pum metés mano. Siempre fuí bastante inteligente. Solo que he caído en trampas de gente que de estratega nada y de maldad negra todo. Gracias a Dios se terminó esa etapa de mi vida. Thanks God for that. Bah todos agradecemos el fin de esa etapa oscura llamada matrimonio infeliz.

Con el 4to niño que vengo criando o mejor dicho (tal cual los otros tres anteriores): acompañando en su crianza desde 2013 -o sea van seis años- y ahora es un grandote de 15 años, el hijo de mi pareja, tomé otra solución radical. Nada que ver con cómo crié a los tres anteriores. Aprendí. Maduré.

Si algo me molesta de él o me enoja, pum se lo digo a la madre y que se encargue. Como no me gusta la gente que no estudia ni lee (menos que menos los irrespetuosos y maleducados que no es el caso justamente), se lo hice saber a ella y a todos los que tienen que ver con su crianza, para anoticiarlos obvio, de que sin esfuerzo de mi no esperes nada. Nada eh?
Nada es: nada de chit chat, cero play, cero vacaciones, nada de guita ni de ropa ni de salidas, ni de chofer, incluso nada de cariño, demostrando patente mi desilusión con alguien que no tiene compromiso con su vida, con su familia, con su futuro, con una mejor calidad de vida por medio de los estudios.
Bah! cero cero en el caso de Dante no porque lo he llevado de vacaciones estos años, al cine, le he comprado ropa, lo he llevado y lo he traído. Para que vea las mieles del éxito obvio. Siempre con un mensaje, con una bajada de línea de ambos adultos responsables que lo criamos.
Y para que vean los otros cuatro boludos lo que se perdieron a mi lado of course.

En mi vida no hay espacio para los burros, ni vagos, ni vividores, ni atorrantes, y menos que menos los garrapateros que se cuelgan de las tetas de los recursos de los que sí nos sacrificamos a full trabajando y estudiando a destajo en la vida. Y así se lo hice saber a todo el mundo que tuve que criar. No solo a los hijos de los otros. A los míos, a los tuyos. A todos.
Conmigo no. No cuentes. No contarás si no calificás. Si te las doy todas servidas y no sos capaz de valorar la oportunidad de la asignación de recursos exclusivos y finitos para tu educación, salud, alimentación, recreación y un presente comprometido con el futuro y la calidad de vida, algo te está fallando. No entendiste nada de qué hay que hacer para ser feliz.

Si no satisfaces mis necesidades, menos que menos voy a satisfacer las tuyas.
Yo guío. Yo dono. Yo doy. Yo me sacrifico. Doy el ejemplo. Vos tenés que responder.
Reciprocidad. Lección. Enseñanzas de la vida. Mostrar el path a seguir. Relación.
Siempre la razón vencerá a los cabezas duras.
Me incluyo.

Un buen tipo no haría ni hace lo que yo.
No soy un buen tipo, no quiero serlo y no insistas en recordarme bien. No.
Me va ultra bien como soy.
Amo todo lo que soy, lo que fuí y seguramente lo que seré.
Pero buen tipo no. Nah.


Amo lo que soy

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