There's a ghost in me, Who wants to say I'm sorry. Doesn't mean I'm sorry.

viernes, 4 de marzo de 2022

Mar Adentro

Ahí estaba yo, a unos 150/200 metros de la orilla, con toda mi familia en la playa disfrutando de la tarde en la bajada de Drumond y el mar @ SanBer. 

Yo braceando y braceando sin poder volver. Ningunx de ellxs en la orilla disfrutando de una preciosa tarde soleada podía saberlo. También estaba la Nonita cuidando a lxs chicxs que había venido especialmente para pasar el cumple 5 de Lai en la costa, quedándose dos semanas con nosotrxs. 

La tarde que nos metimos mar adentro no fue la primera vez pero sí fue la última luego del susto.
Me metí al mar con TinEl as usual como hacíamos siempre todos los veranos desde que lo conocí prácticamente. Éramos bastante compinches desde 1992. Incluso una vez un par de años later (2004) nos fuimos con unas bicis por la playa all the way hasta Aguas Verdes! Nos metimos al mar allí donde no había nadie y nos volvimos en un día soleado perfecto. Así de atléticos.


Volviendo a febrero de 2002.
Era consciente de que estaba fuera de estado. Era consciente de que desde el año 1991 fumé un montón de cigarros y en mucha menor medida marihuana. Era consciente de que trabaje detrás de una computadora desde 1997. Corría el verano de 2002. A pocos días de la República prendida fuego que significó el grito popular "Que se Vayan Todos!" basado en los sucesos trágicos de diciembre de 2001.

Pero si para mí los imposibles son solo eso: cosas posibles que yo sí puedo hacer y la gran mayoría no.


The Swimmer

Era consciente de que no era nadador de mar abierto. Muy consciente de que no estaba entrenado en nadar en aguas abiertas. Que no estaba en estado físico para ir hasta ese banco de arena que parecía tan cercano pero que la marea iba o bien corriendo o bien haciéndolo desaparecer rápidamente. 

Era consciente de mi inconciencia al meterme mar adentro. Yo siempre siempre soy consciente cuando me voy a meter en un cagadón, en un desafío, en algún evento que me tienta a dar la vida en el intento y darlo todo.

Pero ese tipo de actitudes me definen desde siempre. Sin aventura soy nada. Sin tomar riesgos soy nada. Es como mi rol laboral since ever: sin innovación tecnológica soy nada. Same old same old.


Sin ser disruptivo, soy nada.


Tenía el pequeño antecedente de que hasta los dieci (1989/90) era muy buen nadador en pileta olímpica. Tenía resistencia for sure. Cosa que me sirvió 12 años luego cuando estaba casi sin fuerzas en los brazos tratando de volver y las olas bonaerenses del atlántico sur me llevaban a un destino seguro: La muerte prematura a los 27.

Edad en la cual mueren ciertos ídolos populares. Evité esa gloria infame. La evité con ese espíritu rebelde que me posee y no se marchita ni deja de agitarse revolviéndose ante tanto mundo asco around.


Tratando de volver a la playa los brazos se me iban cansando agotando toda la energía almacenada en forma de glucógeno, el mar argentino no me soltaba. Tampoco estaba embravecido ni mansito. Ese mar atlántico siempre se tragó personas y embarcaciones, nunca fue dócil.

Aquél fue un verano de fines de diciembre de 2001 / Principios de 2002 donde todo se derrumbaba alrededor, fundamentalmente el país entero. Verano de 2002 @ la costa en SanBer, lugar al que íbamos desde el verano de 1992 a mis 17 1/2 years old, nada podía salir mal, nice place!
Menos yo, pensaba, todo colapsa alrededor. 

Con el recuerdo de ese teen que sabía nadar muy bien me lancé nadando hacia lo desconocido. Típico.

Poco me importaba la seguridad de la familia, lxs tres niñxs que había traído al mundo, la mujer que me amaba, la familia tanto política como la matricial. Nada. Lo único que importaba e importa es ser feliz con lo que a uno le gusta hacer. Libremente.

Y qué mejor que suspender un poco las leyes de la gravedad de todos los días intercambiandolas por esas otras donde flotas en el agua. Es un medio tan diferente para encontrar sensaciones atípicas!

Head Above Water
Sky Chandler
Manchester, MI2020, High School, Art


Pude volver. Con  el corazón a punto de reventar ante el esfuerzo gigante, sobrehumano que tuve que hacer para no morir ahogado. Pero volví y 20 años later he escrito this post.

Había tragado agua dos veces mientras trataba de volver, porque las olas que me pegaban detrás, no tenía fuerzas ya para girar la cabeza y al menos preverlas. También cuando haciendo la plancha para descansar los brazos tragué agua de mar. Si seguía tragando agua no la contaba. Horrible sensación esa que estás dando bocanadas de aire porque te lo piden todos los músculos en modo survival on y de repente tragas agua de mar salada. AWFUL.
Jamás me desesperé. Jamás perdí el control*. Incluso en una situación tan border. Eso me identifica la gran mayoría de las veces cuando estoy bajo presión extrema.

No era mi momento de morir. Como tantísimas veces antes que estuve en peligro en la vida, y solo porque se me invitó a compartir la experiencia y travesía a meterme en el mar más allá de la zona de confort turista donde rompen la olas, siempre atestado de gente que jamás querré conocer.

Como incontables otras veces en la vida donde solito metí la cabeza into the void para ver qué es lo que se siente cuando, de tanto sentir intensamente sensaciones desde pequeño, mostly malas y peligrosas que recuerde, buscaba un más allá de esas sensaciones conocidas, más fuertes y de mayor impacto en los sentidos, porque también esos químicos del placer y la acción física extrema generan una adicción bárbara. Buscando naturalmente el bienestar como recompensa al peligro y a lo desconocido cuando sos Explorador de los Sentidos like me. El bienestar adictivo de exponerse a perder la vida pero no, la conservas por medio de ese mix inaudito en mi vida que es suerte / culo / estrella e inteligencia.


Con estimulantes o no, con el deseo que provocan los cuerpos o no, con la sensualidad de los besos y abrazos o no, con la provocación de lo prohibido siempre enfrente mío o no. Siempre encontraré la forma de expresar mi alma en acciones de bienestar y exaltación del espíritu, el mío y el de aquella persona que elija para tamaña experiencia. 

Apuntar siempre bien alto, perder la mirada en el cielo infinito. Dejarse llevar. Dejarse ir.

No fue mi caso esa tarde de febrero en SanBer. Luché para volver con mi familia y seguir disfrutando de la vida que había elegido tener.


Sea como sea, desde niñete buscando sensaciones fuertes. Bien Fuertes! Cualquier fuente de peligro siempre tuvo un appeal irresistible. Raro que no haya muerto de niño, raro que no haya muerto trágicamente de teen. Raro.

Este hecho que narro lo mejor que puedo para asegurar la veracidad de los hechos, era una de las muchas e infinitas veces que me expuse sin dudarlo arriesgando mi vida porque para eso la tenemos bien finita, para exprimirla al mango. Así se la honra: viviendo intensamente.


Mapa Donde Ocurrieron los Sucesos del Relato

https://www.google.com/maps/d/viewer?hl=es&mid=1PhSVGUNXchXNx64VaBdSUFRPfS7YpQQ1&ll=-36.71718183657963%2C-56.60566125521067&z=12











*He perdido el control / la cabeza unas cuantas pocas veces en mi vida, en diferentes edades y etapas, no es algo bonito de ver ni de vivir as far I can tell!

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